Fue alucinante recorrer el desierto a bordo de la moto, por momentos la arena golpeaba nuestros cuerpos y el fuerte viento nos impedía avanzar, el sol quemaba con mucha intensidad nuestra piel, la calma y soledad de aquel lugar nos llevó a reencontrarnos con nosotros mismos. Fue una experiencia alucinante!
martes, 5 de mayo de 2009
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